Meine Geschichte      Mi historia

Nach mehr als 40 Jahren zieht es mich zurück zu meinen künstlerischen Anfängen. Im November 1980 hatte ich meine erste Fotoausstellung, die ein großer Erfolg war. Die Presse sprach von starker Aussagekraft und eigenständigem Gestaltungsideen und empfahl die Ausstellung jedem, der bisher der Fotografie kein künstlerisches Prädikat zugestehen wollte. Eigentlich ein toller Einstieg. Es folgten weitere Ausstellungen, doch schon bald zog es mich von der Fotografie zum Bewegtbild. Es folgten über 40 Jahre leidenschaftliche Arbeit als Bildgestalter und Regisseur, mit vielen Auszeichnungen. Ich arbeitete hauptsächlich im Bereich Dokumentation, Motorsport und Musik. Durch diese Passion hatte ich die Chance, weltweit in sämtlichen Kontinenten zu arbeiten und fremde Kulturen kennenzulernen, was meinen Blick für Situationen und Momente enorm förderte.

Heute, mehr als 40 Jahre später habe ich die Faszination an der Fotografie wiederentdeckt.  
Unser Leben besteht aus unzähligen Einzelmomenten.  Solche Momente des alltäglichen Lebens festzuhalten, die teilweise nur Bruchteile von Sekunden dauern und die so nie wiederkehren, die aber Wert sind, dokumentiert zu werden, das reizt mich an der Fotografie. Denn ohne diese Fotografie ist der Moment für immer verloren, so als ob es ihn nie gegeben hätte.
Ob inszeniert oder Straßenfotografie, der Standort, die Perspektive und der Moment des Auslösens sind maßgeblich und bestimmen die Tiefe der Aussage. Nur sie können die Menschlichkeit des Augenblicks widerspiegeln.
Es würde mich freuen, wenn jemand auf eins meiner Bilder länger als eine Sekunde schaut, denn dann ist es laut Henri Cartier-Bresson ein gutes Foto.

Después de más de 40 años, me siento atraído por mis inicios artísticos. En noviembre de 1980 tuve mi primera exposición fotográfica, que fue un gran éxito. La prensa habló de su gran expresividad y de sus ideas creativas independientes, y recomendó la exposición a todos aquellos que hasta entonces no habían querido conceder a la fotografía ningún valor artístico. En realidad, fue un gran comienzo. Le siguieron otras exposiciones, pero pronto me alejé de la fotografía para dedicarme al cine. Durante más de 40 años trabajé con pasión como diseñador de imagen y director, y recibí numerosos premios, principalmente en los ámbitos del documental, el automovilismo y la música. Esta pasión me brindó la oportunidad de trabajar en todos los continentes y conocer culturas extranjeras.

Hoy, más de 40 años después, he redescubierto la fascinación por la fotografía.
Nuestra vida se compone de innumerables momentos individuales. Lo que me atrae de la fotografía es capturar esos momentos de la vida cotidiana, que en algunos casos solo duran fracciones de segundo y que nunca volverán a repetirse, pero que merecen ser documentados. Porque sin la fotografía, el momento se pierde para siempre, como si nunca hubiera existido.
Ya sea fotografía escenificada o callejera, la ubicación, la perspectiva y el momento de disparar son decisivos y determinan la profundidad del mensaje. Solo ellos pueden reflejar la humanidad del instante.
Me encantaría que alguien mirara una de mis fotos durante más de un segundo, porque entonces, según Henri Cartier-Bresson, sería una buena foto.